viernes, abril 01, 2005

la ropa cubre aveces el corazon

Dos mujeres se desnudan para mí una tarde con cielo malva encendido. Una habla de desnudarse, de desnudar todo lo que es y todo lo que tiene; la otra comienza lentamente a quitarse las ropas una por una. Una comenta que las ropas que se ciñe no son mas que tatuajes mal hechos en un cuerpo por otra parte imperfecto, la otra a medida que se desnuda en silencio, revela que su cuerpo esta lleno de agua y luz, de humedades arco-irisadas, y tambien de formas por ende humanas y no-perfectas.

Una me dice en susurros que si comenzara a quitarse las zapatillas, los calcetines cortos de color naranja-salmón, bajando lentamente un pie y luego el otro, y luego el jersey para ponerse cómoda, la incomodidad puebla el temblor de sus manos pero que seguiría adelante. La otra ya ha revelado en piel semidesnuda que hay un universo entero entre un punto en el hombro izquierdo y el otro en el derecho, y que un dedo intentando recorrer esa distancia inmensa sin duda se perdería.

La primera luego sugiere que despues del jersey inicial de dudas caido en el suelo, vendrá una camiseta de inseguridades con frases escritas en negro :
no traspases este punto a riesgo de no volver.
soy todo lo que no esperabas y soy todo lo que esperabas no ser
que mi alma valga cien millones mas que mi imagen en el mundo-espejo es algo que se puede hacer insoportable
no tengo la esperanza despierta, pero si la duda bien entrenada

La otra ha abierto los botones de su camisa, uno a uno descienden y cada vez que tocan cada botón huelen de forma distinta, el primero a menta, el segundo a fresa, el tercero a viento de otoño...tambien sus dedos de los pies desnudos son olores de no me olvides, la caricia mas hermosa es la siguiente, el misterioes algo que se deshace en elcorazon.

Una comenta que si consiguiera acariciarla por debajo de la camiseta de frases pintadas en negro, si consiguiera descender para desabrochar su pantalón, rozando y quemando mis dedos con la duda en cada giro de la cintura, si, a pesar de ello, consiguiera continuar, y levantar esa camiseta, su intimidad en su pecho me sería revelada, las historias contadas a media voz en una noche en la que solo se escuchan rumores de guerra deseada en el sofá de al lado, historias de niñez y de decepciones que no volverán y que a pesar de ello vuelven, en cada pecho reflejado, estará el deseo de lo que se fue, y lo que se es, el poder de crear y de destruir, como disparidad, como doblez, como siempre tu y yo...

La otra ha dejado caer la camisa que yace hecha una forma indeterminada en el suelo, al lado de la cama en la que me espera. Lentamente sus piernas van creandose a mis ojos, cuando baja sus pantalones con un movimiento tan lento que parece filmado a camara lenta, en la respiración, en el sonido aspero del deseo en forma de ropa rozando, frotandose con la piel. Y descubro asombrado la curvatura que desciende, que asciende en un angulo y que acaba en el principio, donde su luz ya no es luz y es oscuridad, devoradora de corazones.

La primera finalmente me revela que si ya desnuda parcialmente como se encontraría, acabara la obra en un impulso suicida bajando la falda, con sus dos manos capaces de crear, con los dedos manchados en años, en dias de cotidianidad, mas allá de su ombligo y cayendo sin red hacia su principio tambien, donde la oscuridad no devora, la oscuridad allí si da la humedad REAL, verdadera, el agua que no simplemente moja, sino que mantiene la vida y que sin ella no hay minuto despues, no hay continuación ni destino.

Finalmente las dos desnudas ante mi, en un intento de mostrarme lo que son. Una solo con palabras, la otra mostrando el cuerpo de clara luna y de luz-humedad. ¿Cual es mas valiente? ¿Aquella cuya boca lo produjo, o aquella que efectivamente lo realizó? ¿La imaginación realizada, o la realización nunca imaginada?

Con las dos desnudas ante mis ojos, y con ojos cubiertos de mas agua de lluvia producto de algun desborde en algun embalse del corazón, pienso que no. Ambas deben ser deseadas mas de lo soportable cuando uno cree morir de gozo y vuelve a abrir los ojos. Y ojala las manos acaricien cada punto, en cada lunar que forma cada constelación de su universo que es su cuerpo. Ojalá cada boca desvele los misterios transmitidos en lenguajes no pronunciables sin otra boca que ayude.

Ninguna fue mas valiente, y ambas son las personas mas valientes que he conocido. Yo deseo desnudarme e intentar encontrarme como era, como era mi cuerpo, como lo veian los demas, como mi mapa-mundi del alma sería dibujado.

Pero todavia no he aprendido esa leccion de valentía.